viernes, 17 de diciembre de 2010

ARGENTINA:nuevo revés del Gobierno/América latina lo urgió a combatir el lavado de dinero

La Argentina sufrió ayer un durísimo revés en su intento contra reloj de mejorar las paupérrimas calificaciones internacionales que recibe por su sistema de prevención y lucha contra el lavado de activos y financiación del terrorismo. Esta vez fue América latina, como bloque, la que rechazó sus pedidos -con el protagonismo decisivo de los delegados de México, Brasil y Chile- y dispuso someterlo a un seguimiento especial.
La decisión del principal foro intergubernamental de la región (Gafisud) se tomó, por consenso de los restantes 11 países que lo integran, en un plenario celebrado en esta ciudad que fue calificado como "patético" y "vergonzoso" por seis fuentes de distintos organismos internacionales y gobiernos consultadas por La Nacion.
El centro de las críticas fue el jefe de la unidad antilavado local (UIF), José Sbattella, que pidió más tiempo para las reformas pendientes, la revisión de algunos ejes de la evaluación y la inclusión extemporánea de algunas medidas que impulsó los últimos meses.
Sin embargo, sus pedidos carecían de precedente tanto en la región como en el resto de los foros antilavado que se rigen por las normas del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). La negativa ya le había sido comunicada anteayer por los jefes de delegación de los otros países.
Aun así, Sbattella decidió avanzar ayer y chocó con el rechazo en bloque de la región, que lo urgió a aplicar las reglas vigentes. Sólo recibió un tibio guiño de Colombia para "analizar" su posición, pero de inmediato se topó con el rechazo reconstruyó La Nacion de esas seis fuentes oficiales consultadas. El Gobierno quedó así aislado y desautorizado en su prédica cuando resta un mes para que deba presentar su "programa" de reformas ante el GAFI que celebrará un plenario decisivo para el país entre el 21 y 25 de febrero.
Reunidos en París, todos los países que integran el GAFI evaluarán si abren un proceso contra la Argentina que, además de un impacto inmediato en su operatoria comercial internacional, podría terminar en su inclusión desde octubre próximo en la "lista gris" de países que no manifiestan interés por combatir el lavado de activos.
Durante más de una hora de exposición improvisada, Sbattella solicitó 6 meses más de prórroga antes de aprobar la durísima evaluación sobre el país, en la que se exponen "deficiencias" en 43 de los 46 ejes bajo revisión. Les planteó que, de aprobarlo de ese modo, se expondría que la UIF carece de legitimidad para ordenar inspecciones y aplicar multas multimillonarias como lo hizo en los últimos meses bajo protesta de bancos y joyerías.
"Si fuera así, el presidente de la UIF debería estar preso", comentó, aludiendo a sí mismo en tercera persona, para luego criticar a lo que llamó la "GAFI central", en alusión al foro internacional que se reúne en París y que la Argentina integra junto a Brasil y México como únicos países de la región, en contraposición con el foro "periférico", por el Gafisud.
Picos de tensión
Su prédica no cosechó frutos entre sus ocho colegas sudamericanos, ni los de Costa Rica, Panamá y México, mientras tomaban nota los "observadores" de Estados Unidos Alemania, España, Francia, Portugal y organismos multilaterales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización de Estados Americanos (OEA), entre otros.
El desaire al pedido argentino incluyó algunos picos de tensión, como cuando el presidente del Gafisud, el peruano Felipe Tam Fox, debió preguntarle tres veces a Sbattella cuáles eran sus pedidos y que los aclarara porque su exposición resultaba confusa y contradictoria.
El discurso de Sbattella ya había registrado un comienzo accidentado. Beneficiada por la ausencia de seguridad, una mujer se había colado en el salón de la Cancillería donde se celebró el encuentro y de viva voz denunció el secuestro de su hija argentina en Paraguay y el supuesto desinterés de las autoridades de ese país, incidente que se prolongó varios minutos hasta que guardias lograron retirarla.
En su rol de coordinador nacional del sistema antilavado argentino ante los organismos internacionales, Sbattella explicitó luego sus críticas contra otras áreas del Estado, entre ellas, el Banco Central (BCRA). Lo notable es que se trató de la institución oficial que más elogios cosechó del presidente del GAFI, el mexicano Luis Urrutia Corral, de visita en Buenos Aires durante los últimos días y presente en el plenario de ayer.
La intervención de Sbattella registró otro momento incómodo cuando ante el consenso contrario a su pedido, reclamó entonces que por lo menos consignaran en la evaluación final que para el gobierno argentino, la UIF sí tiene legitimidad para inspeccionar y multar sujetos obligados.
Quien tomó la palabra entonces fue el secretario ejecutivo del Gafisud, el uruguayo Alejandro Montesdeoca, quien le informó que en el borrador impreso y a su disposición ya estaba consignada la posición argentina, lo que generó murmullos en el salón. Minutos después, con la posición argentina desairada, ordenó un cuarto intermedio. El agitado cónclave para la Argentina concluirá hoy.

EL CONFLICTO PASO A PASO
GAFI / OCTUBRE
Sistema deficiente
Tras una misión que evaluó al sistema antilavado local entre 2004 y 2009, el plenario del GAFI aprobó un durísimo reporte sobre la Argentina que marcó falencias en 46 de los 49 puntos.
GAFISUD/DICIEMBRE
Proceso de revisión especial
Pese a los pedidos del jefe antilavado argentino, José Sbattella (foto), el grupo regional (Gafisud) sometió ayer al país a un "seguimiento especial".
MEXICO
Elogios a la firmeza
Junto a la Argentina y Brasil, uno de los tres países de América latina que integran el GAFI, México elogió a las autoridades del Gafisud por su firmeza al rechazar los pedidos de clemencia del gobierno argentino.
BRASIL
Reglas claras para todos
Al contrario del pedido de Sbattella durante una reunión en el ámbito del Mercosur, la delegación brasileña fue la primera que explicitó su negativa y planteó que las reglas eran claras.
CHILE
Enroque por la Argentina
Sometido también a una evaluación, Chile rechazó el pedido de la Argentina, a la que también reemplazó en febrero cuando el entonces coordinador antilavado argentino, Alejandro Strega, debió renunciar a un cargo.
La Nacion, Hugo Alconada Mon

La cena en que se desató una rebelión
Varios referentes de América latina en el GAFI se quejaron al jefe de la UIF por anticipado
A solas con los jefes de las delegaciones de América latina, el jefe de la unidad antilavado local (UIF), José Sbattella, les anticipó lo que pensaba hacer la mañana siguiente, cuando el foro intergubernamental de la región, el Gafisud, se reuniera para debatir la evaluación del sistema argentino de prevención y lucha contra el lavado de activos y financiación del terrorismo.
Reunidos alrededor de una mesa, en lo que debía ser una cena de camaradería, Sbattella se encontró con una revuelta inesperada, según relataron a La Nacion tres fuentes al tanto de la discusión reservada que se desarrolló anteanoche.
Liderados por los representantes de Chile, Paraguay y Bolivia, los funcionarios le plantearon a Sbattella una queja informal por la manera en que se movió durante las últimas semanas previas al cónclave, cuando recurrió a la presión política sobre las embajadas en Buenos Aires para modificar el parecer técnico de las delegaciones.
"La presión generó malestar en las delegaciones, que consideran que su labor es estrictamente técnica y que los cálculos políticos deben quedar fuera de la discusión", comentó un informante extranjero a La Nacion. La decisión argentina de moverse por los canales diplomáticos, añadió, "revela cierta ignorancia sobre cómo se maneja el Gafisud".
La queja registra un solo antecedente cercano en el Gafisud. Ocurrió cuando Ecuador también afrontó serios problemas que desembocaron en un proceso de seguimiento especial y su posterior ingreso en la llamada "lista gris" de países que no demuestran su compromiso político en la prevención y lucha contra el lavado.
En el caso de Ecuador, la queja fue formal y se planteó por escrito a través de la secretaría ejecutiva del Gafisud; en el caso argentino, se optó por la vía informal, aunque resultó notable que una de las voces fuera la de Bolivia, que recibe la colaboración de la Unidad de Información Financiera (UIF) local para investigar cómo se financió el intento de magnicidio del presidente Evo Morales.
La mayor sorpresa, sin embargo, en la mañana de ayer, cuando a pesar del anticipo explícito de sus pares, Sbattella planteó de todos modos sus pedidos. Fue el momento en que Chile -cuya evaluación también se aprobó durante el plenario- reiteró su negativa de la noche anterior, pero entonces se sumaron Perú y los dos países de América latina que, junto a la Argentina, integran el GAFI: Brasil y México.
"Ya estaba decidido desde antes que no pasarían los pedidos de Sbatella y así fueron los mensajes que recibió", comentó otro informante. "No puede decir que no sabía", añadió.
EL "COMPROMISO" DE ANÍBAL FERNÁNDEZ
•Locuaz y directo, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se llevó los laureles tras su reunión con el presidente del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), Luis Urrutia Corral. Junto con el ministro de Justicia, Julio Alak, Fernández integró el binomio de funcionarios que explicitaron el "compromiso político" del Gobierno en la lucha contra el lavado. Pidieron ayuda y prometieron recursos, según coincidieron dos fuentes al tanto de las conversaciones que mantuvo la misión "de alto nivel" que envió el GAFI a Buenos Aires. "Salvaron la ropa; ahora les queda cumplir", resumió uno de los informantes.

Un duro golpe de realismo
La decisión de tres grandes países de la región, Brasil, México y Chile, de negarle apoyo a la Argentina es una advertencia grave: en un tema tan sensible para los países centrales, no se puede hacer las cosas mal, durante muchos años, y luego pedirles a los amigos que nos salven de sufrir las consecuencias.
Esta semana, le tocó a José Sbattella, titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), poner la cara y dejar expuestas todas las flaquezas de nuestro sistema. Pero la situación no es sólo imputable a él.
¿Hizo las cosas mal la Argentina en los últimos años? Sí, no hay duda.
En 2000, se incorporó al Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y sancionó la ley 25.246, contra el lavado de activos. Fue un primer avance, apenas formal. En 2003, el GAFI realizó la segunda evaluación y comprobó que la Argentina había dado el segundo paso, también formal: había creado la Unidad de Información Financiera.
El problema llegó cuando el GAFI quiso mirar bajo la superficie.
La UIF siempre fue ineficiente. En diez años, la Justicia no dictó ninguna condena. En septiembre de 2007, a instancias del ex coordinador de políticas nacionales, Juan Félix Marteau, el ex presidente Néstor Kircher adoptó la agenda nacional antilavado, pero en 2008 el tema cayó en el olvido. Ese año, el GAFI ya apuraba la evaluación, pero la Argentina se salvó de una mala nota porque el reemplazante de Marteau, Alejandro Strega, logró que se postergara la evaluación. Mientras, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, trataba de explicar que la ley de blanqueo de capitales no era contraria a la política antilavado.
Pero, finalmente, el momento de pasar la prueba llegó y al país le fue mal. En octubre pasado, el plenario del GAFI adoptó un duro informe contra la Argentina. El Congreso, sabiendo que el GAFI reclamaría nuevas leyes, no las sancionó. Y Sbattella, que había asumido en febrero, intentó evitarlo usando un camino sui géneris: realizó inspecciones ejerciendo atribuciones que la UIF dice tener, pero que la ley no le reconoce.
¿Podían Brasil, México y Chile, integrantes del Gafisud, haber apoyado ayer a la Argentina? No; ni siquiera tenían margen técnico.
Ante tanta despreocupación de años para mejorar el sistema antilavado, el país jugó dos cartas muy osadas: negoció a nivel diplomático para que Gafisud emitiera ayer un dictamen más favorable a la Argentina que el que emitió el organismo madre, el GAFI, y también le pidió al Gafisud que le pidiera al GAFI que postergara la evaluación de la Argentina. Los expertos internacionales dicen que nunca un país intentó una estrategia semejante, que podía haber enfrentado al Gafisud con el GAFI.
¿Puede Sbattella mejorar en apenas un mes el programa de acción de la Argentina, de modo de convencer al GAFI en febrero? La respuesta es que depende de dos factores. Primero, es posible que las delegaciones extranjeras crean que la Argentina tiene voluntad política de mejorar, pero intuyen que no hay conciencia de cómo hacerlo. Hay torpeza, improvisación y descontrol.
Y segundo, habrá que ver si el decreto que dictó la presidenta Cristina Kirchner el martes pasado, que busca transformar a Sbattella en titular de una super-UIF, alcanza para alinear a todos los operadores del sistema y actuar contra reloj.
La Nacion Adrian Ventura

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