miércoles, 27 de diciembre de 2017

La instalación de la violencia, sus consecuencias y un recuerdo: la ley antiterrorista

Diciembre 2017, los argentinos nuevamente hemos vivido momentos de angustia y zozobra al ver como la violencia física y política organizada, atacaba el funcionamiento de las instituciones.

La excusa esta vez fue el tratamiento de una ley en el Congreso, que independientemente de su contenido el cual siempre es opinable y discutible, son las respectivas Cámaras de Senadores y Diputados, que mediante sus integrantes, los representantes del pueblo votados en democracia, deben debatir las propuestas legislativas con idoneidad y responsabilidad.

He tenido oportunidad de ver semejante atropello durante horas y no pude abstraerme de pensar y recordar lo que dice la Ley 26734 promulgada en diciembre del año 2011:

Artículo 41 quinquies: "Cuando alguno de los delitos previstos en este Código hubiere sido cometido con la finalidad de aterrorizar a la población u obligar a las autoridades públicas nacionales o gobiernos extranjeros o agentes de una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo, la escala se incrementará en el doble del mínimo y el máximo.

Las agravantes previstas en este artículo no se aplicarán cuando el o los hechos de que se traten tuvieren lugar en ocasión del ejercicio de derechos humanos y/o sociales o de cualquier otro derecho constitucional".

Quien haya visto la Plaza del Congreso convertida en un campo de batalla con muchísimas personas rompiendo todo lo que podían para lanzarlo contra las fuerzas de seguridad, provocando decenas de heridos, seguramente no le ha resultado indiferente y cada uno sabrá que sensación y sentimiento le ha provocado, más aún cuando el objetivo estaba orientado a impedir que la sesión de los diputados pueda llevarse a cabo e impedir por medio de la violencia la sanción de una ley.

Esto me llevó a repasar qué ha sido de la denominada Ley Antiterrorista durante estos últimos años y recordé cómo fue la primera vez que se intentó aplicar. A finales del año 2013, en medio de una serie de reclamos, entre ellos salariales, por parte de fuerzas policiales, en Santiago del Estero, Juan Pablo Suarez, periodista, decidió filmar la protesta y reclamo de un policía Nelson Villagrán (desarmado y sin generar actos violentos, acompañado de su esposa e hijas), lo detuvieron y acusaron de incitación a la violencia colectiva utilizando el agravante de la Ley Antiterrorista, aduciendo la intención de aterrorizar a la población. El fiscal federal Pedro Simón justificaba más tarde su decisión en que el policía y el periodista habían publicado informaciones que no se correspondían con hechos reales.

Recordemos que el ex presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF), José Sbattella, a días de sancionarse la ley, había advertido que los medios de comunicación podrían ser alcanzados por la ley antiterrorista.

Finalmente, en octubre de 2014 el periodista fue sobreseído por la Cámara de Apelaciones de Tucumán.

Otro intento de aplicación de la Ley Antiterrorista fue explicitado por la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner en oportunidad de su discurso de fecha 14 de agosto 2014 donde se refirió a la empresa Donnelley acusándola de haber llevado a cabo una quiebra fraudulenta, aduciendo querer crear un clima de temor entre los trabajadores y junto a los medios crear pánico y terror en la población por el cierre de fábricas.

Durante su discurso la ex presidente concluye: "que se ha cometido el delito de defraudación y se ha creado un estado de quiebra que no es tal para crear temor en la población y por eso también haciendo uso por primera vez de la ley antiterrorista argumentando que han formulado denuncia penal por alteración al orden económico y financiero resaltando que estamos ante un autentico caso de manejo fraudulento y de intento de atemorizar a la población acompañado por los medios y sus titulares"… "Tiran millones de dólares a la calle con tal de crear una situación de zozobra en un país al que quieren ver de rodillas, Pues conmigo de rodillas no nos van a ver"…

Días después el gobierno se desdijo sobre la aplicación de la Ley Antiterrorista a dicha empresa alegando una confusión, ya que el artículo mencionado por la presidente correspondía a otra ley.

Claramente, en ninguno de los dos casos mencionados podría haberse aplicado la Ley Antiterrorista a pesar de su intento.

Volviendo a nuestra realidad de estos días donde se intentó por medio de la violencia impedir el tratamiento y sanción de una ley, también recordé otra frase de la ex presidente expresada en ese mismo discurso …"si alguna vez enviamos una ley mal hecha al Congreso tendrán que corregirla en el Parlamento que para eso está"…, evidentemente y lamentablemente muchos lo han olvidado.

Ahora me pregunto, si la Ley 26.734 contempla la penalización cuando se cometa un delito de los tipificados en el Código Penal y a su vez agrava la pena cuando "la finalidad sea aterrorizar a la población u obligar a las autoridades públicas nacionales o gobiernos extranjeros o agentes de una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo", ¿no debería investigarse si algo de lo que dice esta ley en algún punto se conecta con los hechos ocurridos?

¿Cómo se financian estos hechos violentos organizados? ¿De dónde provienen los fondos? ¿Alguna vez se investigará?

Muchas veces escucho decir que los argentinos nos merecemos un país mejor y hasta puedo en parte compartirlo, pero estoy más convencido que es la Argentina quien necesita de mejores ciudadanos, políticos, jueces, funcionarios, empresarios, sindicalistas, etc, etc, etc, etc.

 Fuente: Prevenciondelavado.com

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