sábado, 12 de junio de 2010

Argentina: El GAFI cuestionó la falta de autonomía del Banco Central

El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) cuestionó la falta de autonomía del Banco Central como un síntoma de las fallas institucionales del Gobierno para controlar el delito del lavado de dinero. El comentario forma parte de la evaluación de este grupo internacional, diseñado por los países industrializados para declarar una guerra abierta al lavado de dinero y al financiamiento al terrorismo producto del narcotráfico y el secuestro, entre otras actividades ilícitas. El GAFI, del que la Argentina forma parte, monitorea la conducta de los países.
Por la cantidad de premisas que incumple, el gobierno argentino está cerca de caer en la "lista gris" del GAFI, junto con Bolivia y Paraguay, entre otros países, que encarecerá el crédito y la operatoria general del sistema financiero local. El siguiente paso, si no hay mejoras, es ubicarse en la "lista negra", en la que figuran Ecuador e Irán.
El informe resulta categórico respecto de las críticas por la falta de mecanismos institucionales y fuertes sospechas de corrupción oficial, según pudo saber LA NACION. Y aunque antes el Banco Central se sentía cómodo por su tarea para mitigar el lavado, el GAFI subrayó que el despido de Martín Redrado, a raíz de la decisión del Gobierno de usar reservas para pagar deuda, es un elemento de preocupación. La cuestión está mencionada dentro de las fallas de los organismos dependientes del Ejecutivo.
Además del Banco Central, se coloca en ese capítulo a la Unidad de Información Financiera (UIF) por su falta de recursos, su inacción y la inconsistencia en las pruebas aportadas a la Justicia.
Los evaluadores creen que el ingreso de José Sbatella resucitó a este organismo, pero se mostraron preocupados por el énfasis colocado en las investigaciones sobre algunas empresas enfrentadas con el Gobierno, como son el caso del grupo Clarín y los accionistas italianos de Telecom. Hasta ahora, parecía que el Banco Central podía salir indemne de esta categórica evaluación que se discutirá a fin de mes en París, cara a cara con funcionarios argentinos. LA NACION consultó al Banco Central, pero no recibió respuestas sobre el tema.
Habrá representantes de varias dependencias oficiales, aunque no se sabe qué pasará con el Ministerio de Economía, ya que el encargado del tema, Juan Guiñazú (jefe de asesores del ministro Amado Boudou), fue desplazado a la Anses.
Esa cumbre será la última oportunidad para que el Poder Ejecutivo se defienda antes del plenario del GAFI de octubre, en el que se podría colocar a la Argentina en la lista gris.
Expertos indicaron que "es altamente probable" que se dé este castigo y advirtieron que, si luego el Gobierno no manifiesta explícitamente su compromiso para mejorar la situación, caerá a la "lista negra" a la que Ecuador ingresó este año. "Técnicamente es casi imposible que eluda una reprobación del GAFI porque el Gobierno incumple con 16 recomendaciones clave y sólo cumple en forma parcial con 46 sobre un total de 49", precisaron. La mayoría de las recomendaciones incumplidas se relacionan con cuestiones de implementación más que normativas, aunque también hay críticas a la falta de tipificación de algunos delitos.
Las sanciones del GAFI no tienen sólo un significado político relevante -sobre todo porque la Argentina sería el primer país del Grupo de los 20 ubicado en la lista gris-, sino también económico, porque dificultará la operatoria de los bancos locales en los Estados Unidos.
La única esperanza que albergan los funcionarios argentinos es que el gobierno de Estados Unidos aplaque las críticas contra la Argentina para seguir recibiendo, a cambio, cooperación en la lucha contra el terrorismo, sobre todo mientras Brasil se aleja de las posiciones de Washington.
La Argentina mantuvo una estrategia alineada con Estados Unidos en materia de lucha contra el lavado y, aunque los sucesivos gobiernos norteamericanos han reclamado medidas más duras, buscan preservar la buena relación bilateral, frente a la hostilidad que enfrentan en Venezuela, Paraguay, Bolivia, Ecuador y, en menor medida, desde Brasil.
El año pasado, el entonces ministro de Justicia argentino, Aníbal Fernández, fue al plenario del GAFI en París antes de que comenzara la evaluación. Su intervención permitió aplacar los cuestionamientos hasta que se desarrollara este examen, que, con un año de demora, se concretó en 2009.
Ahora será el turno de saber si los deberes se hicieron bien o no.
BAJO ANALISIS
· Críticas: el GAFI cuestionó la falta de autonomía como síntoma de las fallas institucionales del Gobierno para controlar el delito del lavado de dinero.
· Lista gris: el Gobierno está cerca de caer en uno de los grupos de naciones criticadas, junto con Bolivia y Paraguay, lo que encarecerá el crédito y la operatoria del sistema financiero local.
· Lista negra : la inclusión en ese sector es el paso que seguiría si no hay un compromiso para mejorar la situación. En esta lista, están Ecuador e Irán.
· Cumbre en París : habrá una reunión a fin de mes; será la última oportunidad para que el Poder Ejecutivo pueda defenderse antes del plenario del GAFI de octubre.

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