jueves, 14 de enero de 2010

AEGENTINA: Descabezaron la unidad antilavado

Urgido por revelaciones periodísticas de irregularidades y escándalos internos, falta de resultados concretos y la inminencia de la aparición de un informe internacional que se prevé que será muy crítico, el Gobierno descabezó ayer la Unidad de Información Financiera (UIF), el órgano que debe investigar posibles operaciones de lavado de dinero.
La Casa Rosada, que analizaba remover a la presidenta de la UIF, Rosa Falduto, y al vicepresidente, Alberto Rabinstein, desde hacía semanas, aceleró su decisión tras la publicación, a fines de diciembre, de una investigación de LA NACION sobre la situación del organismo, según confirmaron ayer tres fuentes oficiales y dos integrantes de la UIF.
Reemplazaría a Falduto un economista de marcado perfil político, José Sbattella, muy cercano al matrimonio presidencial.
LA NACION había revelado la existencia de una supuesta "mesa paralela" dentro de la UIF para canalizar los reportes "sensibles" al poder y la recepción de una presunta orden de avanzar contra el Grupo Clarín con una denuncia, así como el reemplazo de decenas de técnicos por personal menos calificado, y la tortuosa relación que distanció a Falduto y Rabinstein.
El nuevo responsable de la UIF, Sbattella, es un economista ligado a los Kirchner desde 2001, pero sin antecedentes ni experiencia en la lucha antilavado, lo que podría conllevar impugnaciones desde el sector privado a su candidatura. En los próximos días se abrirá un proceso obligatorio de consultas a la sociedad civil, previo a la designación oficial. Según dijo Sbatella a LA NACION, recibió la orden política de "jerarquizar" el organismo (ver aparte), aunque sus críticos temen que politice aún más un órgano con acceso a información muy sensible.
Para facilitar el arribo de Sbattella y su equipo -como vice iría su colaborador, Gabriel Cuomo-, Falduto debió presentar su renuncia bajo presión del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y del ministro de Justicia, Julio Alak. Continuará en su cargo "hasta la asunción de su reemplazante", según el decreto que se publicó ayer en el Boletín Oficial.
Distinto es el caso de Rabinstein, a quien Falduto aisló dentro de la UIF e ignoró durante los últimos años, con lo que eliminó su papel local e internacional. Su renuncia se aceptó de inmediato, mientras el Gobierno define el futuro de los siete integrantes del "Consejo de Asesores" de la Unidad.
La labor de Falduto sobrellevó duras críticas desde el inicio mismo de su gestión, en enero de 2007, por su estilo de gestión y los escasos resultados, más allá de las estadísticas. Durante los últimos meses, dos informes detallaron esos problemas. El primero, del Centro de Investigación y Prevención de la Criminalidad Económica (Cipce); el segundo, de una comisión que funciona bajo la órbita del Ministerio de Justicia y que coordinó la fiscal Mónica Cuñarro, que responde a Aníbal Fernández.
El reporte del Cipce determinó que la UIF sólo resolvió el 20% de las denuncias que recibió entre 2003 y 2008, aunque el porcentaje se divide entre los que se enviaron a la Justicia (13%) y al archivo (7% restante).
Tres semanas después trascendió el segundo reporte, mientras visitaba el país una misión del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). La comisión coordinada por Cuñarro reveló demoras en la UIF y concluyó que necesitaba una "urgente reformulación"; descalificó las denuncias que elevaba a la Justicia como "simple información burocrática".
El golpe decisivo, sin embargo, ocurrió a fines de diciembre, según coincidieron cinco fuentes oficiales consultadas ayer. Fue cuando LA NACION reveló la supuesta utilización política de sus registros, las luchas intestinas de poder y la salida de decenas de funcionarios y empleados.

"Una UIF kirchnerista"
De todos modos, Falduto y sus defensores -entre ellos, la ex ministra de Salud Graciela Ocaña-, sospechan que su caída respondió a un intento de Aníbal Fernández por sustituir "una UIF técnica por una UIF kirchnerista". Descontaban a Cuñarro como la reemplazante, lo que al final no se concretó.
Otros expertos, reclaman que la futura UIF cumpla con el marco legal, sin aditamentos políticos. "La designación de las nuevas autoridades debe ajustarse al mecanismo de la ley sobre lavado, que es complejo, y que exige condiciones especiales", destacó el ex delegado argentino ante el GAFI, Juan Félix Marteau. Luego vendría, añadió, la segunda etapa: "Existe gran expectativa en el sistema financiero local y a nivel global con que la UIF investigue los casos importantes de lavado y no se dedique a reportes insignificantes".
La falta de resultados concretos para mostrar a la comunidad internacional también aceleró la caída de Falduto. Casi 10 años después de aprobarse la ley contra el lavado, no se registran condenas. Una realidad potenciada por los incumplimientos sobre los que el GAFI se centrará con especial dureza, indicaron tres fuentes oficiales en el informe que entregará el mes próximo
Fuente: La Nacion Hugo Alconada Mon

"La UIF lleva diez años sin resultados"
El candidato del Gobierno dice que no actuará como "comisario político" para perseguir rivales
-¿Viene con órdenes de ser el "comisario político" de la UIF?
-No. Sólo me pidieron que, dado el marco internacional y los reclamos que se esperan del GAFI, que pusiera al organismo en funciones reales y que lo jerarquizara. Esa es la visión que me dieron.
-¿Recibió la orden de impulsar una acción contra el Grupo Clarín o algún otra empresa o particular enfrentado con el Gobierno?
-No, no. Sólo me pidieron que elevara el nivel de la UIF y la jerarquizara. Eso es todo.
El candidato del Gobierno a presidir la Unidad de Información Financiera (UIF), José "Pepe" Sbattella (62), comentó ayer a LA NACION que lo convocaron porque "había una necesidad que cubrir" y que él vino a satisfacer "esa demanda". Términos propios de un economista, aunque en su caso con una vida pública muy ligada a Néstor y Cristina Kirchner desde la campaña de 2001.
Antes, en 1989, fue el primer titular de la Dirección General Impositiva (DGI) con el flamante presidente Carlos Menem. Pero duró poco, enfrentado con la visión que impuso el riojano. Luego trabajó en el Instituto de Investigaciones Fiscales y Económicas (IEFE) y sólo volvió al ruedo grande a partir de 2003. Desde entonces estuvo al frente de la Aduana y de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, de donde se marchó tras una pelea pública con el poderoso secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Pero antes de irse, votó a favor de la fusión de Multicanal y CableVisión, aquella operación que luego trabó el Gobierno cuando se peleó con el Grupo Clarín.
Frontal, conocido como un "funcionario todo terreno", Sbattella carece de experiencia o antecedentes en la lucha contra el lavado de dinero, un flanco que podría generar impugnaciones del sector privado similares -o más duros- que los que debió afrontar Rosa Falduto antes de asumir.
Su paso por la Aduana, sin embargo, puede anticipar sus primeros pasos de llegar a la UIF. Allá aterrizó con un equipo propio de 20 personas para cargos clave, incluidos el auditor general y los subdirectores legales. "Mi teoría siempre fue primero completar una evaluación de la situación y, si es necesario, llevar gente de confianza lo antes posible", explicó a LA NACION.
-Para aceptar la propuesta de la UIF, ¿pidió la remoción de los miembros del Consejo Asesor y de varios directores y secretarios?
-Pedí manos libres para tener la posibilidad de tener gente de confianza, aunque primero quiero ver cómo trabaja la gente que ya está.
-Le reitero, ¿usted llega para ser el "arma política" del Gobierno en la UIF?
-No. La verdad es que por mi experiencia política en anteriores cargos, lo que sí quiero es que el organismo cumpla con su rol porque en el Estado muchas veces hay leyes, pero son cáscaras vacías, y hay organismos con un fuerte déficit estructural sin posibilidad de ejecutar esas leyes. Yo vengo a poner el organismo [por la UIF] en funciones. Me convocaron porque necesitaban a alguien que moviera este organismo tras 10 años sin resultados.
JOSE SBATTELLA
Candidato a presidente de la UIF
• Profesión: economista
• Edad: 62 años
• Antecedentes: ex titular de la DGI, de la Dirección de Aduanas y de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC)
• "Quiero que el organismo [por la UIF

Un órgano al servicio de los Kirchner
"El organismo que investiga el lavado, al servicio de los Kirchner", tituló LA NACION el domingo 27 de diciembre. Allí reveló que la Unidad de Información Financiera (UIF) recibió la orden política de denunciar al Grupo Clarín, como también expuso otras presuntas irregularidades -como la existencia de una supuesta "mesa paralela" de expedientes"-, sobre la base de los datos y documentos aportados por una docena de actuales y ex funcionarios y empleados de la UIF durante dos meses.
Ante la consulta de LA NACION Falduto optó por callar, mientras que uno de sus consejeros, Martín Giménez Bonet, se negó a confirmar o desmentir la información, ya que "toda la información que se maneja en la Unidad es confidencial".
En contraste con su silencio sobre la supuesta orden contra Clarín, Falduto sí negó que existiera una "mesa paralela" para los expedientes "sensibles". Pero confirmó la elevada rotación del personal, aunque negó nombramientos irregulares.
Según reconstruyó LA NACION, en la UIF trabajaban 50 personas cuando llegó Falduto. No se les renovó el contrato (o se marcharon) cerca de 30 -incluidos directores y secretarias generales ejecutivas que ella nombró-, y amplió la planta a más de 70. Entre ellos, amigos de sus hijos, empleados sin antecedentes en investigaciones sobre lavado y ex agentes (o sus familiares directos) de Gendarmería, Prefectura, Policía Federal y la SIDE.
Fuente La Nacion

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