lunes, 7 de marzo de 2011

Los narcos ofrecieron a Felipe Calderón aniquilar a Los Zetas

Autodenominados Cárteles Unidos, pretenden colaborar con los militares mexicanos para contener al sanguinario grupo criminal, un rival al que hace responsable de la violencia en el país
"Señor Presidente Felipe Calderón Hinojosa: Sabemos que usted no hace tratos con narcotraficantes. Sin embargo, con el debido respeto que su envestidura nos merece, y por el bienestar y futuro de las familias de México, le proponemos que el combate para eliminar al grupo criminal de los Zetas, que tanto daño hace al país, se realice mediante un frente común entre las fuerzas armadas y los cárteles unidos", se podía leer en las narcomantas que aparecieron colgadas el sábado 5 de marzo en las ciudades de Matamoros y Reynosa, en el violento estado de Tamaulipas.
En los "narcomensajes" de esta vez las organizaciones afirmaron que no pretenden justificar sus actividades ilícitas ni pactar impunidad y que, una vez erradicados Los Zetas, las autoridades "pueden continuar con su labor de intentar eliminar el narcotráfico".
No es la primera vez que hacen esta oferta, en marzo del año pasado ya habían aparecido mensajes similares en los estados de Jalisco, Chihuahua y Durango. Calderón siempre rechazó estos ofrecimientos e hizo retirar las narcomantes lo más rápido posible.
"Nosotros sabemos que jamás habría un pacto, pero esto ya no se trata de narcotráfico ni de dinero, ni mucho menos [de] la lucha por las plazas, se trata de salvar vidas humanas", aseguran los sicarios. "Los integrantes de los cárteles nos comprometemos a hacer lo que para el Gobierno ha sido imposible: recuperar la tranquilidad de las familias mexicanas", concluían.
Aunque no está claro quiénes participan de este conglomerado, las autoridades aseguran que se trata del cártel del Golfo, La Familia Michoacana y el cártel de Sinaloa. Estas tres bandas son enemigas declaradas de Los Zetas, el grupo delictivo con mayor dominio territorial de México.
Controlan los estados de Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco, Veracruz, Tamaulipas, Nuevo León, la mitad de Chihuahua, parte de Chiapas y San Luis Potosí, y diversas localidades de Durango, Oaxaca y Zacatecas. Además, manejan la parte norte y centro de Guatemala. Este grupo está acusado, entre otros ataques, de haber fusilado a 72 migrantes centroamericanos en Tamaulipas cuando intentaban cruzar la frontera con los Estados Unidos.
Cárteles Unidos está en alerta, ya que Los Zetas están dispuestos a copar todo el país, y cada organización delictiva quiere, por lo menos, mantener su zona. El de Sinaloa maneja parte del violento Chihuahua (donde está ubicada la peligrosa Ciudad Juárez), Durango, Sinaloa, Nayarit, y ciertas zonas de Jalisco, Guanajuato, Zacatecas, Chiapas, Sonora y Baja California. A la Familia se lo ubica en Michoacán, con alguna presencia en los vecinos estados de Guanajuato y Guerrero. Y al cártel del Pacífico Sur se lo identifica como dueño de Sonora y con mucha presencia en Jalisco y Colima. Incluso maneja puntos clave del Distrito Federal. Esta organización delictiva recluta jóvenes sicarios, el caso más conocido es el del "Ponchis" (un niño de 14 años que presumía de sus asesinatos por Internet).
Calderón tiene cómo único eje de su gobierno la lucha contra el crimen organizado, sin embargo, la violencia desatada por el narcotráfico parece imparable. Los años pasan y los nuevos índices superan, en muertos, a los viejos. Sólo en 2010, más de 36 mil personas murieron en episodios vinculados con el crimen organizado.

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